En Puerto Rico, nos enfrentamos a una escasez de vivienda estimada entre 40,000 y 70,000 unidades, un desafío que exige una respuesta urgente y creativa. Como arquitecta, estoy convencida de que nuestra responsabilidad profesional nos obliga a liderar la búsqueda de soluciones que hagan de la vivienda asequible una realidad para todos. Este no es solo un problema numérico, sino una oportunidad para repensar cómo diseñamos y construimos comunidades más resilientes y equitativas.
La vivienda alcanzable es mucho más que una casa con un precio asequible. Se trata de una oferta de diseño que cierra la brecha entre los ingresos de las personas y el costo de las propiedades, permitiendo a las familias cubrir sus necesidades básicas sin sacrificar su estabilidad financiera y calidad de vida. Es un concepto que entrelaza el bienestar, la oportunidad y la resiliencia en un solo producto.
Para abordar este desafío de manera efectiva, es crucial entender que no existe una solución única para todos los sectores. Las necesidades de vivienda varían significativamente según la edad, los ingresos y el estilo de vida de las personas.
Jóvenes Profesionales: Este grupo busca independencia, experiencias y movilidad. Necesitan viviendas compactas, eficientes y bien diseñadas, ubicadas en áreas urbanas de fácil acceso, cerca de sus trabajos y de la vida social.
Familias en Crecimiento: Esta población prioriza la estabilidad y el espacio. Sus hogares ideales son amplios, sostenibles y eficientes en el uso de energía. Deben estar cerca de escuelas, parques y servicios comunitarios que faciliten la vida familiar.
Personas que buscan reducir el espacio de vivienda (“Downsizers”): Esta decisión no es exclusiva de los “nidos vacíos”. Cada vez más familias optan por reducir su espacio para ganar en calidad de vida. Buscan comodidad, seguridad y bajo mantenimiento. El diseño para ellos debe centrarse en la funcionalidad, la organización y la maximización del espacio.
El diseño arquitectónico tiene el poder de abordar la escasez de oferta y la crisis de asequibilidad. A través de estrategias innovadoras, podemos optimizar el espacio, reducir costos y crear entornos habitables atractivos para la clase media y los jóvenes profesionales. Para lograr esto, necesitamos un enfoque holístico que vaya más allá de la construcción tradicional. El diseño que promueve la la vivienda alcanzable debe ser:
Una estrategia prometedora, especialmente para los jóvenes profesionales y la población que busca reducir sus espacios de vivienda, es la revitalización de los centros urbanos. Al redensificar, rescatar y restaurar nuestros centros urbanos apoyamos la economía local. Los proyectos de revitalización urbana fomentan los pequeños negocios, crean empleos, atraen a nuevos residentes, mejoran la seguridad y activan los espacios públicos. Dos estrategias de redensificación importantes son:
Para maximizar la funcionalidad y la calidad de vida de una manera asequible, podemos explorar soluciones innovadoras:
La vivienda alcanzable es esencial para una sociedad estable y próspera. Al invertir en ella, no solo le damos a más personas la oportunidad de ser propietarios, sino que también reducimos la carga económica, fomentamos la estabilidad familiar y social, y sentamos las bases para comunidades más fuertes y autosuficientes.
Nosotros, los arquitectos, tenemos la capacidad única de transformar los desafíos en oportunidades. A través de la optimización del espacio con diseños compactos y multifuncionales, la adopción de métodos de construcción eficientes, la promoción de tipologías de mayor densidad y la priorización de la reutilización adaptativa, el diseño puede ser instrumento para reducir costos iniciales y acelerar la entrega de unidades. Más allá de la asequibilidad inicial, la integración de principios de diseño sostenible y resiliente garantiza un valor a largo plazo. El reto es claro: abrazar el diseño innovador y los principios de sostenibilidad para construir un futuro donde una vivienda digna y asequible sea una realidad para todos. ¿Qué otras estrategias, desde tu perspectiva, crees que son clave para lograr este objetivo?
Monique Lugo López cuenta con más de 28 años de experiencia en el campo de la arquitectura y la construcción. Tiene licencia para ejercer la arquitectura en Puerto Rico y Florida. Asociada en la firma de ingeniería y arquitectura de Benítez Ramos & Associates LLC, lidera el departamento y fomenta un entorno de colaboración para la próxima generación de arquitectos
En 2022, como presidenta del Capítulo de Puerto Rico del American Institute of Architects (AIAPR), Monique dirigió los esfuerzos de la exhibición “Mujeres en la Arquitectura en Puerto Rico” para reconocer el impacto de las mujeres en la profesión desde 1966, año de la fundación del capítulo. En ese rol, también lideró el lanzamiento del Christopher Kelley Leadership Development Program para profesionales emergentes.
Actualmente, como copresidenta del Comité Women in Architecture del AIAPR, continúa su compromiso con el desarrollo de iniciativas que fomentan la equidad, la innovación y el liderazgo en la profesión.
Además de su trayectoria profesional, Monique Lugo López tiene una certificación LEED Green Associate y contribuye a la transformación social a través de su servicio en la Junta de Directores de la organización sin fines de lucro Caras con Causa, en Cataño.